Sí, como podéis ver ¡hemos vuelto a la carga! Teníamos muchas ganas de volver a escribir cositas en el blog y enseñaros contenido de calidad. Y la mejor manera que se nos ha ocurrido para volver ha sido contando cómo es nuestro trabajo y contar nuestras vivencias desde dentro. En nuestro caso,  ser wedding planner es completamente vocacional y no podríamos dedicarnos a ello si no lo fuera. 

Cuando decimos que tenemos el trabajo más bonito del mundo es porque realmente creemos que es así, vivir de crear el día más bonito de las vidas de nuestras parejas es un sueño hecho realidad. 

Contar con una wedding planner es contar una súper amiga con la que puedes compartir todas tus inquietudes y dudas que te surjan con la boda (bueno, y en nuestro caso, ¡dos mejores amigas!) vamos a asesorarte y a aconsejarte siempre desde la cercanía y desde el cariño. Todas las decisiones las tomaréis vosotros pero sintiendo la tranquilidad de que está todo correcto, sabiendo que todo va a salir perfecto. Te ayudaremos a tener controlados todos los tiempos para que no te pongas nerviosa, iremos perfilando el día poco a poco y sin agobios. Nuestro objetivo es que durante todo el viaje que vamos a vivir juntos no haya presiones ni agobios, que lleguemos a la recta final sin estrés innecesario y que sonriáis mucho y muy fuerte. 

Y cuando ese día tan esperado llegue, cuando el día B se haya hecho realidad y llegues a ese sitio tan especial para vosotros, flipes cuando lo veas bonito a rabiar, porque lo pondremos increíblemente bonito para vosotros, con vuestros colores y a vuestro gusto. Queremos que no sientas ninguna duda, que estés tranquila y disfrutes del día como si no hubiera un mañana. Que sientas que es tu día especial  ¡y estaremos allí para todo lo que necesites! Estaremos preparadas para que todos vuestros invitados se levanten, agiten sus servilletas y silben de alegría cuando estéis a punto de entrar al comedor. Queremos que disfrutéis de cada momento del día, que lo saboreéis lentamente y que lo guardéis para siempre.

 Queremos hacer que cada vez que recuerdes el día de tu boda miles de cosquillitas se apoderen de ti y que vuelvas a él, que vuelvas a sentir a vuestra gente, que vuelvas a emocionarte como aquel día y que vuelvas a pensar que fue el mejor día que te podías haber imaginado, sólo cuando esto ocurra, sabremos que hemos hecho bien nuestro trabajo y que hicimos la boda de vuestros sueños realidad. 

2020 llegas cargadito y prepárate porque… ¡te tenemos muchas ganas!

¡Que no pare la fiesta momenteras!