Bea + Kevin
Para la vuelta del blog después de este parón veraniego, solamente podíamos optar a un tipo de post: ¡Contaros todo todito de una boda real! Sabemos que estos son los posts que más os gustan y oído cocina chicas. Hoy os contamos la preciosa boda de Bea y Kevin.
Bea y Kevin querían casarse en un lugar especial y que su boda fuera un auténtico festival, No se la imaginaban pero querían que fuera única, desenfadada y diferente. Después de mucho buscar, encontramos el espacio perfecto para celebrar su gran día, El Palacio de San Miguel en Sodupe. Si os decimos que el flechazo fue instantáneo nos quedamos cortas
El día B
El día comenzó lleno de emoción y felicidad. Cuándo vimos a Bea por primera vez esa mañana, nos dimos un abrazo porque por fin y después de un año de espera, llegaba su ansiado día B. Bea estaba guapísima y brillaba con luz propia, las chicas de Chic Bilbao dieron el clavo con su maquillaje natural y semirecogido que lucía. La combinación perfecta junto al vestido de Rosa Clará. Mientras, Kevin no paraba de dedicarnos sonrisas y bonitos comentarios durante toda la mañana. Estaba feliz y reguapo con su traje de la sastrería Foraster. En fin, que la buena vibra se notaba a kilómetros,
La deco
Para desarrollar todo el estilo decorativo de la boda tuvimos dos guías muy claras: la naturaleza que rodea al propio palacio y la naturalidad y espontaneidad que querían Bea y Kevin darle a su día, sin encorsetamientos y sin ataduras. Por eso, optamos por una paleta cromática súper natural y fresca. Los tonos verdes fueron los predominantes durante todo el día y los acompañamos de colores salmón y naranjas para darles alegría y color. ¡Combinación arriesgada pero ganadora!
La ceremonia
La ceremonia se celebró en un pequeño patio del Palacio, era el lugar ideal para ellos. Para el altar colocamos dos sillones Emmanuelle para los novios y los rodeamos por un gran arco de vegetación situado en el suelo, para que se sintieran arropados en todo momento. También, colocamos unas alfombras de Something Special para aportar un toque de color y de calidez.
El comedor
Uno de nuestros momentos favoritos del día es cuándo los novios ven su comedor por primera vez. La carpa estaba preciosa. Colocamos unos árboles en los postes de la carpa y entre ellos unas lámparas de rafia. La mesa presidencial era el fiel reflejo del resto del comedor. Con copas de color verde para potenciar el color, la mantelería en crudo y bajoplatos de rafia, la conexión era constante. Como centros de mesa, colocamos unos grandes jarrones transparentes con unas hojas verdes como protagonistas, Goya Floristas fueron los encargados de hacer realidad todo el proyecto que habíamos diseñado. Las minutas y los marcamesas, también estaban personalizados y eran a juego del resto de la papelería de la boda.
El festival
El siting plan fue el rincón que más éxito tuvo de la boda y es que ¡para ir a un buen festival, ¡no te puedes olvidar de las gafas y el sombrero! Cada invitado disponía de uno y de un par de gafas junto a una tarjeta con su nombre. A todos los invitados les encantó el regalito y además, se pudieron proteger del solazo que tuvimos.
Pero ahí no acababa todo, en realidad, el día solamente estaba empezando. Después de la comida llegó el momento de arrancar el baile a manos de Leo Dj y con él, llegó un ¡TORO MECÁNICO! Todos disfrutaron muchísimo del espectáculo y cuando los invitados pensaban que no podía haber más… ¡Llegó el turno de una actuación en vivo de malabares y zancudos realizado por Manos de Fuego! No podemos describir las caras de los invitados cuando les vieron aparecer pero las guardaremos para siempre en nuestra memoria porque fue un sorpresón.
Equipo
Desde aquí, queremos dar las gracias a todos los profesionales que nos acompañaron durante todo el día. Sabemos que esta temporada está siendo dura y compleja y queremos daros las gracias por adaptaros a todos los cambios, idas y venidas. ¡Sois unos cracks!
Os dejamos con las fotos tan bonitas de su día que hizo Haizue Fotografía esperamos que os gusten tanto como a nosotras.
Hoy solo nos queda decir ¡Vivan los novios!