Cada día escuchamos más el concepto Slow Wedding, está más de moda a la vez que presente en muchos ámbitos; pero, ¿es verdaderamente una tendencia?
Realmente, el Slow Wedding es una filosofía que ha llegado para quedarse, debido a que el concepto de las bodas como tal ha cambiado completamente. Lo que antes era una fiesta un tanto protocolaria, ahora se ha convertido en una fiesta hecha a medida de los novios; asimismo, lo que la mayoría de novios quieren actualmente es disfrutar del día sin complicaciones y sin estrés.
Precisamente, es en esto en lo que se basa el Slow Wedding. Principalmente, se centra en crear bodas aparentemente sencillas, pero muy trabajadas a su vez; siempre disfrutando de cada momento. La sencillez como la naturalidad viajan a lo largo de todo el día y se perciben en cada detalle que lo compone. Se dejan de lado los compromisos y los protocolos, además, las listas de invitados se reducen para facilitar el día a los novios con el objetivo de que éstos celebren su día con la gente que ciertamente son ellos mismos.
Esta filosofía, se traslada a todas las sensaciones que se perciben ese día; por ello, para celebrar enlaces con este espíritu, lo ideal es apostar por un restaurante sencillo, natural, incluso se puede pensar en escenarios al aire libre y naturales.
No tenemos que olvidarnos del menú,y es que es una gran parte del día. De este modo, nace el llamado Slow Food que trata de la realización de platos con productos de temporada (a poder ser de origen, de km 0). Diseñar un menú variado y saludable, apto para más invitados, se valora cada día más. Sin dejar atrás la creatividad de los chefs que realizan verdaderas maravillas. Se quedaron muy lejos los grandes banquetes llenos de abusos y unas indigestiones terribles.
Como veis, el Slow Wedding no es una tendencia, sino una manera de ver la vida que hay que representarla en el día B. Sin embargo, esto no solo se ve reflejado en el ambiente de la boda, sino también en la novia. Es de destacar el hecho de que estas novias son mujeres sencillas y naturales, pero sexis y con mucha personalidad al mismo tiempo. Asimismo, los vestidos suelen estar creados con tejidos de calidad, de cortes sencillos sin ser demasiado recargados. Por supuesto, el maquillaje tiene que ir acorde con el vestido; se utilizan maquillajes sutiles y discretos que sacan el mejor brillo de la novia.
Lo más importante y el objetivo principal, es que los novios se sientan ellos mismos en todo momento, cómodos con sus trajes, con su peinado, con los invitados y que puedan disfrutar del día sin estar pendientes, sencillamente, de nada más que de ellos mismos.