¡Hola momentera! 

El post de hoy es de esos que os gustan porque contamos cositas diferentes y que no habíamos contado antes. Algunas veces hemos hablado de los diferentes shootings que hacemos pero nunca hemos contado cómo los llevamos a cabo o lo que significan para nosotras. 

Generalmente, son dos tipos de shootings los que solemos realizar. En el primero, somos nosotras las promotoras e ideadoras del shooting. En el segundo, por el contrario, hay otro promotor que quiere organizar un shooting para tener fotos bonitas de sus productos y poder promocionarlos. En ambos casos actuamos igual, tratamos con mucho cariño el producto o trabajo que vayamos a mostrar y parte de nuestra filosofía es respetar y cuidar al máximo a los compañeros que nos acompañarán en el día. 

La intención

Para nosotras es muy importante que cada shooting tenga un fin o una intención. Cuando conseguimos contar una historia o transmitir sensaciones es ¡brutal! Por eso siempre buscamos que cada sesión tenga un trasfondo y un por qué. Además en estas sesiones intentamos hacer cosas diferentes y atrevidas para poder inspirar a todas nuestras novias y mostrarles trabajos innovadores. 

Buscar inspiración

Este proceso puede que sea el más divertido y creativo. A veces buscamos la inspiración y otras veces la inspiración llega sugestionada por una canción, una película, unas telas, una exposición… ¡nunca se sabe dónde se puede encontrar una maravillosa idea! Si hemos elegido un lugar para llevar a cabo el shooting, nos suele ayudar mucho analizarlo espacialmente. Conocer la iluminación, los colores y el estilo es clave para potenciarlo. 

Los profesionales

En este caso, actuamos bastante parecido a como hacemos con las bodas. Intentamos contar con los compañeros que más cerca están del estilo o sensaciones que queremos transmitir. Es muy difícil hacer un trabajo artístico sin tu sello personal, por eso es importante que todos vayamos en una misma dirección. De este modo, todos trabajamos mucho más a gusto y el resultado es mucho más potente. 

El gran día

El día del shooting lo vivimos prácticamente como si de una boda se tratara. Repasamos todo una y mil veces y es inevitable que algunas mariposillas revoloteen en nuestro interior.

Preparamos todos los escenarios que se vayan a utilizar mientras preparan a las modelos. Es uno de los momentos más guays del día. Cada uno haciendo su trabajo, concentrado y dando todo de sí para hacer un trabajazo. Y cuando todo está a punto, ¡empezamos a disparar y grabar!

Finalmente llega nuestro momento favorito: ver el resultado y flipar. No importa haber diseñado el escenario, tener cada detalle en la mente y haber estado presente el día del shooting. Cuando vemos las primeras fotos y nos dejan la boca abierta sabemos que ha sido una sesión perfecta. 

Esperamos que os haya gustado mucho este post. ¡Os esperamos la semana que viene!