Hoy llegamos al final del relato de nuestra historia, en la anterior entrega os prometimos una cuarta parte pero con ella llega el final de este bonito viaje.

La primera boda

Cuando vivimos nuestra primera boda como wedding planners fue indescriptible lo que pudimos sentir. Todos los sentimientos que se pueden sentir creo que pasaron por nuestros cuerpos. Nervios, inseguridad, felicidad, alegría, miedo, satisfacción y un largo etcétera. Todo, aquel día lo sentimos todo. La adrenalina corría por nuestro cuerpo como si no hubiera un mañana pero nosotras felices como perdices. Estábamos haciendo lo que verdaderamente nos gustaba y estábamos materializando un proyecto en el que habíamos trabajado durante muchos meses codo con codo con los novios. A ellos les tenemos un cariño tremendo y muy especial, porque fueron los primeros que confiaron en nosotras, a ciegas y sin dudar. Sabían que íbamos a hacer la boda de sus sueños realidad. Su día no pudo ser más perfecto, el sol salió y ellos brillaron. 

Nuestra vocación 

Después de aquel día, teníamos más ganas que nunca de seguir y de dedicarnos a ello. Diseñar, organizar y coordinar una boda es un trabajo que llevamos a cabo durante muchos meses y cuando nos decís que ha sido el mejor día de vuestra vida, sólo entonces, nos sentimos completamente satisfechas con el trabajo realizado. 

El sentido

Es verdad que hemos dicho en un par de ocasiones que sin la otra este proyecto no tendría sentido. Pero, sin vuestro apoyo, sin vuestras sonrisas, sin vuestras bonitas palabras, sin vuestros abrazos, sin vuestros “mis chicas”, sin vuestros “alaaaa ¡qué guay!”, sin vuestros “¡esto es mejor de lo que me imaginaba!” Y “ha sido el mejor día de mi vida” La Mar de Momentos no tendría sentido. 

Porque todo esto tiene sentido gracias a vosotros, porque sois nuestro motor, porque nos ayudáis a dar el 200% en cada proyecto, porque nos inspiráis, porque las conexiones que se forman son increíbles, porque nos gustaría que esto no acabara nunca, porque ver vuestra carita cuando descubrís vuestro comedor no se puede explicar, porque hacer que no olvidéis nunca vuestro día B es nuestro objetivo. 

El propósito

Hace relativamente poco una chica nos dijo, “No sabéis las ganas que tengo de casarme para vivir la experiencia La Mar de Momentos con vosotras” y sentimos que nuestro propósito, ese por el que nos levantamos todos los días y encendemos el ordenador, se estaba haciendo real. Estamos haciendo que nuestras parejas vivan el viaje de su boda con tranquilidad, que disfruten de cada paso que dan y hacemos que cada decisión que hay que tomar se tome sin estrés. Porque nuestro propósito es hacer que el día de vuestra boda sea inolvidable y que disfrutéis desde el principio hasta el final. Que no os tengáis que preocupar por nada y que soñéis junto a nosotras mucho, porque vamos a trabajar para hacer esos sueños realidad. 

Y tú, ¿Quieres vivir la experiencia La Mar de Momentos? ¿Sí? ¡Estamos deseando conocerte! 

Cerramos el blog por vacaciones en agosto pero recuerda que por aquí tienes mucho más contenido para inspirarte y conocernos. Seguimos trabajando detrás de las pantallas para todo lo que necesites y para preparar una vuelta de vacaciones La Mar de interesante. Vamos a generar un montón de contenido inspirador y bonito para afrontar septiembre con una sonrisa.