Boda en el corazón de Cantabria

¡Hola momentera!

Estrenamos el blog de este año contando una boda de la que seguimos totalmente in love, hoy os enseñamos una boda en el corazón de Cantabria.

Janire e Iraitz querían hacer partícipes a todas sus personas favoritas de una boda de cuento y de un fin de semana difícil de olvidar. ¡Y así fue!

El día B

Después de varias visitas técnicas y de revisar cada rincón de la finca, supimos que el mejor lugar para celebrar su ceremonia era un jardín infinito. Diseñamos una boda muy ellos, romántica y llena de flores. Tal y como siempre se la habían imaginado. ¡Como a nosotras nos gusta!

La ceremonia

Diseñamos para ellos un altar que era una auténtica fantasía, parecía que habíamos sacado la ceremonia de un cuento de princesas. la paleta de colores que elegimos transmitia romanticismo y delicadeza. Diferentes rosas con lilas, morados y verdes, hacían que la ceremonia fuera perfecta para ellos. hicimos un gran camino de flores que desembocaba en un banquito para ellos.

La deco

Apostamos por una deco muy floral que representara tanto su personalidad como su forma de ser. Por eso, nos decantamos por los lilas más románticos como Janire y los acompañamos con tonos verdes que hacían la unión perfecta con el lugar.

Para el siting plan, creamos un jardín floral vertical que mantenía los nombres de los invitados en metacrilato transparente.

El comedor

Fue todo un reto diseñar este comedor porque lo montamos de la nada. En un infinito jardín decidimos que era la opción ideal para su cena. Instalamos una carpa de luces y vestimos unas mesas preciosas en tonos lilas, rosas y morados. Era el comedor perfecto para ellos. ¿Quieres descubrirlo?

Equipo

Desde aquí, queremos dar las gracias a todos los profesionales que nos acompañaron durante esta boda en el corazón de Cantabria. Os dejamos los recuerdos preciosos de la mano de Concorazón. Esperamos que os gusten tanto como a nosotras.

Hoy solo nos queda decir ¡Vivan los novios!