¡Hola Momentera! 

El post de hoy sabemos que es uno de esos en los que contamos todos los detalles de las bodas que hemos diseñado y organizado. Si son los que más te gustan, siéntate, relájate y disfruta de la bonita boda de Ainara y Unai. 

Ainara y Unai se dieron el “sí quiero” de una forma preciosa. No hubo virus, pandemia o restricciones que impidieran a este par de guapos casarse y vivir su día de manera mágica y especial.  Apenas una semana antes de la boda, tuvimos que asimilar nuevas restricciones que cumplimos al detalle para que todos sus invitados pudieran disfrutar del día de forma segura. Y ¿sabéis una cosa? El cariño, el amor y la imaginación estuvieron por encima de todas las nuevas medidas que tuvimos que tomar. 

El día B

El día comenzó cayendo chuzos de punta, el día más lluvioso de todo el verano. Pero, ya lo dice el refrán, novia mojada, novia afortunada. Y vaya que sí se sintió afortunada, Ainara no dejó de sonreír durante todo el día. Estaba preciosa y radiante. Raul de Andreas fue el encargado de hacer que brillara con luz propia. 

La boda de Ainara y Unai fue especial, reflejaba su esencia, su naturalidad, su romanticismo y su cercanía. Querían que fuera una celebración llena de felicidad y disfrutarla rodeados de sus personas favoritas. 

La ceremonia

La decoración del día B estuvo muy marcada por el lugar donde se celebró la boda. La finca Bauskain es un lugar muy especial y con muchísima personalidad. Los colores protagonistas de la deco fueron rosas, granates y verdes. 

Celebramos una ceremonia civil en la vaquería de la finca, un lugar muy natural y mágico. Marcados por dos muretes el pasillo hacia el altar es un gran protagonista del espacio. Por eso, optamos por marcarlo con vegetación en el suelo y en el aire. Haciendo un camino súper acogedor. Para el altar, diseñamos un gran círculo de vegetación y flores indicando el final del pasillo que lo realizó a las mil maravillas Sergio de Flores para Venus. Lo acompañamos con un banquito de madera y unas alfombras para darle color y aportar diferentes texturas. 

El comedor

Queríamos que en el comedor se respirara magia y ternura. Por eso, apostamos por unos centros de mesa muy potentes llenos de flores en las mesas de los invitados y un gran centro de mesa que se apoyaba en la mesa y subía creando una gran nube de flores. Se notaba que esa era la mesa de los novios 😉 

Además, las mesas se componían por un mantel estampado en tonos grises y cristalería verde para dar un toque más divertido y menos serio. Asimismo, la papelería de la boda fue espectacular, Cris de Morrocotudo Estudio plasmó todo lo que le pedimos con muchísimo cariño. 

La (no) fiesta

Las normas no permitían hacer una fiesta tan y como la conocemos. Por eso, quisimos transformar el porche de la finca en un chill out increíble donde poder tomar una copa tranquilamente. Colocamos un cielo de microled y una iluminación en tonos naranjas y morados de la mano de Sonort Audiovisual. Cuando las luces se encendieron, los invitados alucinaron de lo bonito que estaba. También colocamos mobiliario chill out de Something Special para que los invitados se pudieran sentar (ya que no se podía bailar). El momento post cena lo amenizó Leo Dj con temazos suaves y relajados aunque tenía muchas ganas de fiestón se contuvo. 

Equipo

Desde aquí, queremos dar las gracias a todos los profesionales que nos acompañaron durante todo el día. Sabemos que esta temporada no ha sido nada fácil para el sector y queremos daros las gracias por adaptaros a todos los cambios, idas y venidas. ¡Sois unos cracks! 

Os dejamos con las fotos tan bonitas de su día que hizo Mick Habgood, esperamos que os gusten tanto como a nosotras. 

Hoy solo nos queda decir ¡Vivan los novios!